domingo, 27 de marzo de 2011

Un fin de semana en Pécs

Parece un lugar común, y es casi lo mismo que en el post anterior del Mercado de Pulgas de Ecseri, pero hace mucho tiempo que tenía la idea de conocer la ciudad húngara de Pécs. Claro, en el 2010 se hizo más famosa cuando fue elegida como una de las tres capitales culturales europeas (junto a Estambul y Essen). ¿Qué significa eso? Una agenda ininterrumpida de actividades a lo que se sumó a una polémica por las obras arquitectónicas que supuestamente se debían terminar en tiempo y forma para estrenar el rol de anfitrión.

Pécs es una urbe multiétnica habitada por distintas minorías, y repleta de espacios al aire libre ideal para perderse entre calles, callejones y parques. En 1998 recibió el Premio de Unesco "Ciudades por la Paz" por la forma en que recibió a los exiliados de la guerra de los balcanes. Es la quinta ciudad más grande de Hungría, en el sur oeste del país, cerca del borde con Croacia. Hay muchos lugares para visitar, varios de ellos hoy patrimonio de la humanidad de Unesco, como la necrópolis cristiana. Las opciones turísticas incluyen, entre otras, la Catedral, la Universidad de Pécs (fundada en 1367 por Luis I de Hungría y la más antigua del país), la mezquita Jakovali Hassan, la Municipalidad y el Teatro Nacional de Pécs.

La ciudad alberga 160 mil habitantes y, según muchos, un clima más meditarráneo (aunque, hay que admitirlo, Hungría no es un país tan grande como para realmente disfrutar de una variedad de temperaturas). De todas maneras el fin de semana que lo visité fue el primero en que la primavera se asomó, y los días soleados y los casi 20 grados hicieron que realmente pueda conocer la ciudad (no como me pasó con Szeged y la lluvia casi constante...pero ya volveré a ir!).

"Para nuestra boda" (dice el cartelito)

Muchos edificios muestran el pasado otomano, incluido la mezquita en la plaza principal (que fue luego reconvertida en una iglesia católica). También hay una buena oferta de museos, como el de Porcelana de Zsolnay, el de Csontváry (un famoso pintor húngaro) o el de Víctor Vasarely (para muchos padre del Op Art). Entre varias opciones, elegí una exposición llamada “Los Ocho”, en el Jasus Pannonious Múzeum que exhibía la obra de un grupo de pintores húngaros de comienzos del siglo XX con influencias de artistas como Matisse o Cezanne.

Antes de viajar me habían recomendado que vaya a la antigua Torre de TV. “Un paseo totalmente retro”, me dijeron. No estaba muy convencida, pero la posibilidad de tener una vista panorámica de la ciudad, sumado a una caminata en el bosque, hicieron que cambie de opinión. Es una experienca, digamos, interesante. Aunque se puede llegar en auto, también hay un sendero de trekking en medio de la naturaleza. Salvo que en este caso no se llega a la cima de una montaña, ahí bien lejos de la civilización y rodeada de silencio introspectivo, sino a una tremenda mole de metal. Arriba de todo hay un restaurante y un bar. Mi amigo tenía razón, dudo que el lugar haya cambiado mucho desde la década del 60/70.


El año pasado se terminó de construir la autopista que une Pécs con Budapest y ahora el viaje en auto es de alrededor de 2 horas. También se puede ir en tren o en bus. ¿Conocen Pécs? ¿Qué otras cosas recomendarían de la ciudad?

Fotos: Andras Petho

jueves, 10 de marzo de 2011

Mercado de Pulgas

Desde que me instalé en Budapest siempre quise ir a conocer el Mercado de Pulgas Ecseri. Bueno, en realidad desde antes, cuando estuve de simple turista. Pero por una cosa o por otra nunca iba. En el medio tuve una experiencia frustrada de suplantarlo con el Mercado de Pulgas del Parque de la Ciudad (un lugar totalmente olvidable en el que conviven objetos de dudosa procedencia junto a reliquias nazis de mal gusto). Pero no resultó, y Ecseri seguía en la lista de pendientes personal y del blog.

Supongo que una de las mayores contras -y lo que pospuso tanto tiempo mi visita-, es que está un poco fuera del centro de la ciudad. Pero tampoco es para tanto, y se puede llegar sin problemas con el transporte público. El otro tema es que todos aseguran que el mejor momento para visitarlo es el sábado a la mañana y, preferentemente, temprano. También abre los días de semana, pero con menos puestos y opciones. O sea, si quieren conocer el mercado de pulgas más famoso de Hungría en su mejor momento, tienen que ir el sábado. Aunque oficialmente cierra a las 3, pasado el mediodía muchos ya empiezan a levantar campamento. Igual también pueden comer algo ahí, por ejemplo Lángos, pero no es un lugar que se destaque por sus cualidades gourmet ;)


La regla de oro de Ecseri (como en todo mercado de pulgas) es el regateo. Será por eso que nunca ponen cartelitos con los precios. Será también porque cada vez más extranjeros se acercan, y entonces evaluarán el valor de acuerdo a una compleja ecuación entre tu cara, tu idioma, y si tu país tiene euros, dólares o no se qué. Sólo para tener una idea, el clásico sifón antiguo en uno de los puestos costaba 5 mil forints, aunque apenas emprendí la retirada, se ve que el buen hombre se acordó de algo y me avisó que también podía ser un poco menos.

Es un mercado enorme, por lo cual está bueno ir con un poco de tiempo para mirar las cosas. Tratar de aprender un poco de historia y de cultura húngara a partir de los objetos. Algún libro comunista, o un mueble con especiero incorporado para guardar paprika, o un disco de vinilo de música tradicional gitana. Cada cosa habla por sí sola. En el medio también hay lugar para lo bizarro. Una parte del mercado es al aire libre, asi que es un lindo paseo para estos días en que el invierno parece empezar a despedirse. Aunque nunca se sabe!

Esta vez me fui con las manos vacías, pero con muchas fotos. Veremos la próxima! Lo conocen? Compraron algo? Qué recomiendan?

PD: Cómo llegar acá. No se pierdan ;)